Onurcito, mi tesoro, chiquitito travieso... Dios quiso que tu paso por este mundo fuera muy breve, pero esos cortoos cinco meses bastaron para saber que eras un ser muy especial. Es difícil expresar con palabras lo que estoy sintiendo, incluso creo que es casi imposible...Te fuiste pero estás... invisible, como un angelito, andarás por la casa, por TU CASA, la que te ofreció tu mami Silvi. Les darás besitos a tus hermanitos como te gustaba hacer, jugarás entre ellos y robarás algún granito de alimento...de esos que mami no te dejaba comer porque te hacía mal. Ay mi corazón chiquito, qué había en vos que te hizo tan especial para tanta gente que respondió para ayudar a tu operación..? Tan pequeño y tan fuerte. Resististe una cirugía terrible, saliste vivo, mi pequeño valiente.
Sólo Dios sabe por qué tenías que irte tan pronto, dejándonos el corazón partido de dolor, de tristeza... Sabemos que tenemos que dejarte ir...es lo que dispuso Dios. Pero no te alejes mucho, angelito. Volvé un ratito todos los días, repartí tus besitos a todos tus hermanitos y hermanitas, sobre todo los que están enfermitos, y especialmente, quédate acurrucado en la almohada de tu mami al menos hasta que ya no te llore y se quede dormida cada noche... Todos vamos a recordarte mi amor, con esa mirada triste y tus orejitas caídas... Pero sobre todo recordaremos que fuiste tan fuerte, que le pusiste tanta garra a esa lucha contra tu destino...Onur, no será fácil tu ausencia, mi cielito hermoso.
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